30 de junio de 2007
UNA PEQUEÑA DIFERENCIA...
Leyendo una revista en la sala de espera del dentista, me enteré de algo muy interesante.
Cuando se lo comenté a Anaví, ella tampoco conocía la historia.
A pesar de que está lejos de ser una primicia, ya que los hechos sucedieron hace ya unos cuantos años, decidí hacer un post porque, como ya dije, me parece un tema interesante.
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Resulta que el día de su muerte, en 1955, el cuerpo de Albert Einstein fue incinerado, a excepción de su cerebro, que fue extraído por un patólogo llamado Thomas Harvey para su investigación.
A finales de los años setenta, Steven Levy , un reportero del New Jersey Monthly, una revista de Princeton (EEUU), recibió un encargo muy especial de su jefe: averiguar dónde estaba el cerebro del célebre físico.
Levy, descubrió que el cerebro de Einstein estaba todavía en posesión del doctor Harvey. Lo guardaba en un frasco en su casa de Kansas, dentro de una caja de cartón en la que ponía Costa Cider (una marca de sidra). Habían pasado 22 años y Harvey no había encontrado alguna peculiaridad en el tejido cerebral de Einstein que explicase su genialidad.
"Ni mas grande ni más pesado que el del resto de los mortales" concluyó Harvey tras analizarlo hasta el agotamiento y resignarse por fin a que el cerebro del genio era tan ordinario como los que ya habían pasado por sus meticulosas manos.
En 1996, Harvey decidió contactarse con la Doctora Sandra Witelson, una neurocientífica de la Universidad de McMaster, en Ontario, Canada, que dirige un "Banco de cerebros".
En ese banco, creado en 1982, se encuentran órganos (cerebros) que fueron donados por personas sanas, cuya inteligencia es cuidadosamente examinada antes de morir. Con este banco de tejido, los científicos de McMaster investigan la relación entre la estructura y la función cerebral.
Harvey no pudo haber estado más acertado en su elección ya que para que el estudio del cerebro de Einstein fuese válido se necesitarían comparar sus dimensiones y aspectos morfológicos, con los de otros tantos hombres de edad semejante y habilidades cognitivas previamente examinadas.
¿Cuales fueron entonces los descubrimientos de los investigadores canadienses?
El trabajo con las conclusiones de la investigación se publicó en 1999, en el último número de The Lancet y aparece firmado por Sandra Witelson y Debra Kigar, y por el mismo doctor Harvey, que, a sus 86 años, todavía custodia el frasco con los fragmentos del tejido.
Cincuenta piezas del cerebro de Einstein llegaron al laboratorio de la doctora Witelson. Compararon el tejido con el de 35 hombres y 56 mujeres canadienses que tenían un coeficiente de inteligencia ligeramente superior a la media (115), y edades entre 60 y 70 años (Einstein murió a los 76).Comprobaron que el tamaño del físico es menor de lo normal y se encontraron dos diferencias. Por un lado, el lóbulo parietal inferior de Einstein es un 15% mayor de lo normal. El equipo de Witelson asegura que nunca ha visto nada igual en los cerebros que han estudiado hasta ahora. Creen que esta característica pudo servirle para albergar un mayor número de neuronas y, por tanto, de conexiones nerviosas en esta zona. Por otro lado, la cisura de Silvio (una hendidura del córtex) es inexistente en el cerebro de Einstein. La región parietal inferior no está separada por esta cisura como lo está en el resto de cerebros que el grupo de Canadá ha analizado. Según las autoras, este hallazgo apoya la historia que la madre de Einstein contó una vez y que se ha repetido tantas veces. Esta mujer dijo que su hijo tenía una cabeza grande y de forma poco corriente al nacer, que no empezó a hablar hasta los tres años y que, después, le costaba esfuerzo construir frases. Witelson no sabe si hará nuevos estudios con el cerebro de Einstein, pero confía en que las nuevas técnicas de visualización sirvan para identificar si las personas con un intelecto brillante tienen cerebros con características similares a las encontradas en Einstein.
La pregunta que se hacen es ¿Nació Einstein con esta particularidad anatómica ¿O es, en cambio, el resultado de un ejercicio mental agotador? De aquí en más, todo es teoría y misterio. Se necesitarán muchos otros estudios de cerebros de otros genios matemáticos para resolver esta ecuación aún incierta...
 
Lo dijo Malimass a las 7:56 p. m. | Link permanente | 9 dieron su opinión
14 de junio de 2007
FUENTE COLGANTE CON POTUS
Ingredientes:
1 parte de Hidrófugo.
1 parte de arcilla en polvo.
3 partes de arena fina.
1 parte de cemento.
Agua necesaria para lograr una masa compacta y homogénea que se pueda estirar con un palo.
1 bomba para fuente de 50 cm de tiro mas o menos.
1 caña de bambú gruesa
Barníz
Betún de judea
Hilo sisal
Nylon y papel film
2 barillas de estire
Rodillo

Procediemiento:
Mezclar el hidrófugo, la arcilla, el cemento, la arena fina y el agua. Tiene que quedar una masa de unos 3 Kilos aproximadamente.
Colocar un nylon sobre la mesa. Estirar la masa con las manos sobre el nylon. Poner a los cosatdos 2 barillas de estire de aproximadamente 1,5 cm. de alto. Colocar otro nylon sobre la masa y estirar con un rodillo. Retirar el nylon de arriba y suplantarlo por un papel film. Pasarle los dedos para que se adhiera bien. Pegar este film con cinta de embalar al plastico de abajo y poner nuevamente el plastico arriba. Tomar y unir las puntas A con B y C con D, como muestra la figura de la izquierda, haciendo un nudo entre ambas puntas.
Una vez que está esto listo, colgarla de un palo como muentra la figura de la derecha
Dejar secar 24 horas con los plásticos y 24 horas más sin ellos.
Estando bien seca, pasar barníz en el interior y en el exterior.
Luego, una vez que este seco, pasar betún de judea para envejecer.
Tomar un trozo de caña de bambú (de la gruesa) y hacerle orificios con un taladro, a lo largo de la caña.
Con hilo sisal, tejer el soporte, que irá agarrado de la hoja de cemento y de la caña de bambú como se ve en la foto del principio del post. A uno de los soportes, tejerlo con la manguerita de la bomba escondida en el interior asi no se vé.
Yo lo hice asi: 8 hilos largos con un nudo en el medio (debajo de la fuente) tejer en macramé con nudos separados.
Deben quedar al final, 4 hilos largos a cada lado, los que se anudaran arriba, por donde pasará la caña, como muestra la figura de la izquierda.
Se conecta la bombita a la manguerita que habíamos escondido dentro del macramé y se la pone dentro de la fuente.
El otro extremo debe ser sellado con calor o con un tapón y se hacen varios agujeritos uno al lado del otro y se la coloca dentro de la caña de bambú.
Para terminar el trabajo, se coloca un potus en la fuente, el que sobrevivirá en agua.
Se cuelga la caña de bambú con la fuente con algún soporte en la pared, cerca de un enchufe, para enchufar la bomba y que no se vea el cable, como se ve en la foto del principio del post!
 
Lo dijo Malimass a las 7:56 p. m. | Link permanente | 6 dieron su opinión